miércoles, 26 de octubre de 2011

Azul Azul dijo adiós con fiesta y lágrimas

Adiós Azul Azul.
El último concierto repasó los éxitos ‘azules’. El grupo recibió distinciones. Unas 10.000 personas llenaron una curva y la cancha.

Azul Azul no dejó éxito sin recordar durante las dos horas de su despedida de la vida artística, con un Gracias por siempre.
Sin parar y con largos sorbos de agua entre tema y tema, con emociones encontradas, el líder de la banda boliviana, Fabio Zambrana, abrió el espectáculo con un saludo eufórico al que respondieron las 10.000 personas que colmaron la curva de Oriente Petrolero.

Fue notorio que todas las canciones interpretadas, desde Mamá no quiero comer más huevo, pasando por Lágrimas negras y Mentirosa -las primeras- quedan como clásicos de los bolivianos que conocen el sabor de la popularidad, de la venta de discos en millones, de liderar el ranking Billboard y de premios latinos significativos como Lo Nuestro.

Zambrana, Nandy Justiniano, Marcos Justiniano y Martín Espada se entregaron a su última presentación en Santa Cruz, apoyados por la sonoridad de coros, dos tecladistas y tres percusionistas, entre los que se destacaron Álvaro Vargas y Toño Cueto. La sorpresa fue la presencia del ex-guitarrista del grupo durante 14 años Ricardo Fríes, que tocó junto a Azul Azul el emblema de los triunfos mundiales azules, La bomba.

Entre Dame chocolate, Quisiera que tú me quieras, Apretaíto, las canciones de Oriente y Blooming, Demasiado amor, Viva Santa Cruz e incluso el himno boliviano, Azul Azul recibió distinciones de la Felcn como “embajadores de la prevención de drogas”. La Fundación Libre de Drogas y Davosan también reconocieron la solidaridad de la banda con las causas sociales. Todo culminó con un aplauso cerrado y los músicos conmovidos hasta las lágrimas.

El Deber

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